El cuarto cáncer más común entre las mujeres a nivel mundial en cuanto a número de casos nuevos y muertes es el cáncer de cuello uterino, después del de mama, colorrectal y pulmón. Existen dos maneras de prevenir el cáncer de cuello uterino: la prevención primaria y la prevención secundaria. La prevención primaria previene las lesiones precancerosas mediante la vacunación contra el VPH. La prevención secundaria detecta las lesiones precancerosas mediante su cribado y tratamiento antes de que se conviertan en cáncer. Existen tres enfoques más comunes para la detección del cáncer de cuello uterino, cada uno diseñado para un estrato socioeconómico específico: la IVAA, la citología/prueba de Papanicolaou (Pap) y la prueba de ADN del VPH. Para la población general de mujeres, las recientes directrices de la OMS de 2021 recomiendan ahora la detección con ADN del VPH como prueba primaria a partir de los 30 años a intervalos de cinco a diez años en lugar de la citología vaginal o la IVAA. La prueba de ADN del VPH tiene una mayor sensibilidad (del 90 al 100 %) en comparación con la citología vaginal y la IVAA. También es más rentable que las técnicas de inspección visual o la citología y es adecuada para todos los entornos..
El auto-muestreo es otra opción sugerida por la OMSEspecialmente para mujeres con baja cobertura de detección. Las ventajas de la autotoma de muestras de VPH incluyen mayor comodidad y reducción de barreras para las mujeres. En los casos en que las pruebas de VPH estén disponibles como parte del programa nacional, la opción de autotomarse puede animar a las mujeres a acceder a servicios de detección y tratamiento, además de mejorar la cobertura de la detección. La autotoma de muestras puede ayudar a alcanzar la meta mundial del 70 % de cobertura de la detección para 2030. Las mujeres pueden sentirse más cómodas tomando sus propias muestras, en lugar de acudir a un profesional de la salud para la detección del cáncer de cuello uterino.